Amar - Aprender
Todos tenemos la capacidad, lo merecemos, seamos co-creadores de aprendizaje del amor.
Por Susi Robles
Amar requiere de valor (valentía), es todo un aprendizaje de vida, el ser humano aprende a hacerlo desde la infancia, sin embargo en muchas de las ocasiones no sabe amarse a sí mismo, amarte, es aprender a integrar todo aquello que vives, bueno, malo, doloroso, a veces desesperanzador, totalizar tu humanidad, esa integración que lleva a la combinación de las partes, hacer camino con la libertad de acertar o errar, el desarrollo humano, es una disciplina que ayuda a estar bien contigo mismo, aumenta el rango de opciones, posibilidades y oportunidades de elección.
Libertad viene del latín “libertas”, “libertātis”, al término “libre” se le ha añadió el sufijo “tad”, que significa “cualidad de”. Libertad como autoridad sobre sí mismo de actuar respetando la propia conciencia. Aprender es apropiarse de algo, descubrir o experimentar un conocimiento nuevo.
Ser valiente, aceptante, creativo y flexible a quien quieres ser por el mundo. Amarte es una decisión, es unir todo de ti, integrar tu personalidad por medio de aprendizajes diversos; completo, integrado, totalizado, consciente de tu presencia en el mundo, para esto es necesaria la tan proclamada libertad, pero libertad no como un derecho humano, sino esa libertad transformadora.
Elegir cómo deseas vivir, cuantas veces nos encontramos con situaciones complicadas que estrujan nuestro espíritu y aplanan nuestro ser. El amor se convierte en esa oportunidad de aprendizaje que la vida te presenta, amar a tus padres, pareja, hijos, amigos, familia, vecinos, todo ser vivo, requiere de una serie de valores practicados, unos aprendidos desde la infancia y otros en el transcurso de tu vida, cuantas veces nos complican las formas del otro, incluso las propias, nos damos cuenta, que actuamos como no queremos, que repetimos patrones a veces inconscientemente y otras usando lo aprendido para justificar.
Aprender a amar es para mí, vivir, experimentar y ver a través de mí; del otro. Por ese valor de amar, necesito hacerme, crearme, rehacerme y co-crearme para seguir amado mi humanidad y perfeccionando la forma en que amo al otro, a mi mundo, al universo.
Al observar se percibe, se descubre y aprenden cosas nuevas propias y ajenas, amar es descubrir en el otro cualidades que son incluso invisibles para la misma persona, cuando amas con valentía, con voluntad de aprender del otro, sin juicio, aprendes a ir contracorriente en la aventura de amar libremente, das una respuesta concreta con humanidad y te planteas si amar vale la pena, si ejercer esa libertad de hacerlo es una posibilidad de dar sentido; consciente de desarrollar al máximo todas las capacidades personales de amar, a una pareja, madre, hijo, amigo, etc. Esto puede ser una forma de dar respuesta al mundo actual.
Amar y aprender van de la mano, abro mi corazón, mi inteligencia y espíritu, pongo en marcha mi libertad, para que hoy, al menos hoy, quien esté cerca de mí sienta que el amor es más fuerte que la indiferencia, la apatía, el olvido, porque trataré de reflejar esa mirada amorosa, esa palabra o acción concreta que contagie.
El amor como aprendizaje es lo más humanizante, transformador y trascendental, es respetar la libertad del otro de amar como sabe hacerlo, sin imponer nuestras formas, o deseos. Amar es muchas cosas a la vez, es silencio, asombro, contemplación, pero sobre todo una decisión.
Para tener el valor de amar al otro; se inicia con uno mismo, aceptar que muchas de las causas por las que no sabemos amarnos es la falta de aceptación, física, intelectual, mental, económica, etc. Nadie puede dar lo que no tiene para sí mismo, amarme implica auto-observación sincera, honesta, que guíe y permita ver lo que hay dentro de mí, que me lleve a descubrir, aquello que me impida tener el valor de amarme. Cuando aprendemos a hacerlo valientemente, con libertad y decisión, muchas de nuestras realidades podrán ser modificadas, cambiadas o mejoradas.
Aprender a amar es para mí, vivir, experimentar y ver a través de mí; del otro. Por ese valor de amar, necesito hacerme, crearme, rehacerme y co-crearme para seguir amado mi humanidad y perfeccionando la forma en que amo al otro, a mi mundo, al universo.
Todos tenemos la capacidad, lo merecemos, seamos co-creadores de aprendizaje del amor.