¡Mamá!

Mamá, es exigencia en la formación de seres humanos buenos para el mundo.

Mamá,  es perdón, de esas distancias que invitan a descubrir algo más allá del abismo que separa creando puentes de amor, respeto, escucha y acompañamiento en la vejez.

Mamá es nostalgia y gratitud para mí.

A siete años de tu partida y agradezco la oportunidad de descubrirte como persona, como amiga, como compañera, como esa madre amorosa que aprendió que la vida es más que darse, que al final tus ojos me reflejaron ese encuentro de almas, unidas por el amor.

BENDITA SEAS POR SIEMPRE, mi corazón te agradece y mi alma me lleva a la oblación ante tu presencia espiritual.

GRACIAS MA

Susi Robles

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