No hay ser humano que dé fruto sano estando enfermo, ya sea del corazón, del espíritu o porque simplemente ejerce su libre albedrío sin saber que es responsable y puede aprender a hacerle diferente, que las circunstancias que se viven son para moldearla como persona. Puede dar y hacer algo mejor con su vida, con su persona.

Ora y bendice a esas personas.

Toda persona que reconoce en su vida el amor, que  refleja en cada acción lo que hay en su pensamiento, en corazón, es seguramente porque percibe la presencia del amor en todo ser humano.

Ora para que sean fortalecidas en el amor y la paz, para que no decaigan.

En el camino nos hemos encontrado con personas nobles, buenas, pero también hemos topado con gente tóxica, mezquina.

Ora por ellas para que sean limpiadas de su corazón y reflejen la grandeza para la que está invitado el hombre.

Todos pasamos por situaciones que nos interpelan que nos rebasan, pero cuando en el hogar de tu corazón está Dios convertido en AMOR, cuando el espíritu está lleno de esperanza, cuando sabe que arrojarse al abismo de lo desconocido es tener la certeza de que Él le sostiene, que no hay nada que derrumbe su vida porque está construida sobre roca.

Que el amor te invite a dar frutos que nutran el alma y corazón de toda persona que se acerque a ti.